Descripción
Un bosque nativo se envuelve en el manto suave de la niebla de páramo, donde los árboles ancestrales se alzan como guardianes de siglos de historia y vida. En sus ramas y raíces se encuentra el legado de la naturaleza, una herencia que hemos recibido y que debemos proteger. La felicidad aquí es silenciosa, una paz que emana de estos gigantes, quienes nos enseñan sobre la resistencia, la armonía y la continuidad de la vida. Cuidar de estos árboles es honrar sus historias, y es nuestra responsabilidad preservarlos para que su sabiduría permanezca, recordándonos el valor de un mundo que respira.